PENITENCIA

Después incluso de haber recibido el regalo de la Salvación en el Sacramento del Bautismo, todavía luchamos con el pecado en nuestros días.

Debido a este hecho de la vida Cristiana, encontramos gran consuelo en el Sacramento de la Confesión porque tenemos la oportunidad de ser perdonados de los pecados que cometemos después de ser bautizados.

Como todos los a sacramentos, es un encuentro personal con Jesús. En Confesión, estamos contando nuestros pecados al sacerdote que actúa en la persona de Cristo y con la autoridad de Jesús para escuchar, ofrecer orientación, proporcionar una penitencia adecuada y pronunciar las palabras de absolución.

En nuestra parroquia, las confesiones tendrán lugar antes o durante las misas. También se puede concertar el sacramento previamente con el párroco.

Cada año, en el tiempo litúrgico de Cuaresma, se decreta un día para hacer un acto penitencial.