PINTURAS DE CRISTO

Las pinturas de la Parroquia de San Francisco están catalogadas por los historiadores como el mayor tesoro de esta iglesia y las más meritorias que se encuentran en la ciudad. Al igual que las imágenes, también existieron muchas otras obras pictóricas que a día de hoy se desconoce su paradero, por lo que describiremos las que están expuestas en la actualidad.

SAGRADA FAMILIA

La devoción a la Sagrada Familia, Jesús, María y José, es impulsada por La Iglesia durante el s. XIX, proponiéndola como ejemplo para las familias cristianas. Su fiesta se celebra durante La Navidad. Existieron varios cuadros con esta temática en la Parroquia, según el inventario de 1960, pero el único que existe hoy día es un óleo sobre lienzo en el que se muestra a la Virgen sosteniendo al Niño Jesús que da la espalda al espectador y San José mirando a ambos. El cuadro se encuentra expuesto en la Sacristía.

BAUTISMO DE JESÚS

Este óleo sobre lienzo de 138 x 108 cm. narra la escena evangélica en la que Jesús llega a orillas del Jordan y es bautizado por su primo Juan el Bautista, mientras desciende del cielo el Espíritu Santo en forma de paloma.

Se desconoce su autor y se menciona por primera vez en el inventario de 1960.

El cuadro se encuentra en la Capilla Bautismal.

SANTA CENA

Se muestra la escena evangélica en la que Jesús se reúne con los doce Apóstoles para compartir el pan y el vino, antes de ser entregado. Es el momento en que se instituye el Sacramento de la Eucaristía.

Este óleo sobre lienzo mide 165 x 125 cm. Su autor es anónimo del s. XVIII /XIX. Parece ser que su llegada a la Parroquia es posterior a 1960. Está situado detrás del presbiterio, en la pared que da acceso a la Sacristía.


PINTURAS DE LA VIRGEN


VIRGEN DE GUADALUPE

Esta pintura al óleo data de final del s. XVIII o principios del XIX. Su autor es anónimo y representa la iconografía guadalupana. Esta devoción se extendió en México a partir de 1515. Según cuenta la tradición, la Virgen María se le apareció al Indio San Juan Diego y le pide que recoja unas flores para llevárselas al arzobispo de Ciudad de México. Cuando se las presenta al prelado, las flores se habían convertido en la imagen impresa de la Virgen.

Esta devoción llegó también a España. En nuestra Parroquia existieron dos cuadros con esta imagen. Ambos fueron donados: uno en 1772 por Doña Alfonsa de Ispis y Vera y el otro en 1810 por por Juan Caamaño, comisario de Marina.

El que se conserva aún en la Parroquia parece ser el de 1772, según inventario, por su marco dorado.

Lo podemos contemplar tras el presbiterio, en el muro que da acceso a la Sacristía.

VIRGEN DEL PILAR ENTRE DOS SANTOS

Óleo sobre lienzo de 173 x 123 cm. de autor anónimo, que representa la aparición de la Virgen María sobre un pilar al Apóstol Santiago el Mayor en el río Ebro, en el año 40. Así edificaron una capilla en ese lugar los primeros convertidos de la ciudad.

En esta ocasión la Virgen del Pilar está representada junto a San Francisco de Asís y otro santo difícil de identifica, pudiera ser San Ignacio de Loyola, ambos en actitud de adoración y arrodillados. La Virgen viste manto y vestiduras ocres, luce una pequeña corona y porta al Niño Jesús en brazos. Esta su cabeza rodeada de un resplandor.

Este cuadro esta situado actualmente tras el presbiterio en el muro de la nave de la Epístola que da a la salida de la Iglesia por la C/Alte. Faustino Ruíz.

Obras de MARIANO SALVADOR MAELLA

HISTORIA

Reinando en España Carlos IV, D. Antonio Valdés, secretario de Estado, a instancias del marqués de Ureña quien dirigía las obras de la nueva Población Naval de San Carlos, designa por R.O. de 25 de enero de 1791 a Mariano Salvador Maella, pintor de cámara real, como autor de tres grandes lienzos que se destinarían a la futura parroquia de la Purísima Concepción de esa población naval.

Los temas de los lienzos serían: "La Inmaculada Concepción", titular de la parroquia, "San Carlos Borromeo administrando el viático a los apestados de Milán" en 1576 y "San Fernando recibiendo las llaves de la ciudad de Sevilla" en 1248.

Las obras estuvieron terminadas en 1794 pero no pudieron colocarse en su destino porque la parroquia de la Población Naval quedaron inconclusas.

Así, permanecieron tres décadas en la Dirección de Hidrografía de la Real Armada en Madrid, por orden de D. José de Mazarredo, director General de la Armada, ante la inseguridad por la Guerra de la Independencia.

En 1845 se procede a remitir los cuadro al recién inaugurado Colegio Naval Militar de la Población de San Carlos, si bien antes tienen que ser restaurados por Antonio Cabral Bejarano (Museo Bellas Artes de Sevilla). Pero una vez llegados a la capilla del Colegio Naval éstos no pueden colocarse por su gran tamaño, por lo que el cuadro de La Inmaculada Concepción se ubica en una de las habitaciones del Director hasta el 16 de abril de 1858 que es trasladado a la Parroquia Castrense; primero se sitúa en un lateral hasta que en 1868 queda instalado en su ubicación actual, al fondo del altar mayor.

Los otros dos óleos quedaron en el Panteón de Marinos Ilustres en la antecapilla. En 1867 con el cierre del Colegio Naval, se trasladan también a la Parroquia Castrense a petición del teniente vicario don Miguel Aparici y Zubeldia, que los coloca a los laterales del altar mayor.

En los años 80 los cuadros fueron restaurados por técnicos del Museo del Prado, siendo párroco don Lisardo González Reinoso.

Definitivamente podemos decir que el conjunto es un tríptico mariano, del que sabemos que se elige el motivo de la Inmaculada por se la titular de la parroquia a la que iría destinada, así como por ser la Patrona de España e Indias.

Se eligió a San Carlos Borromeo por ser el patrón del rey Carlos IV, que reinaba entonces, y también porque la Población Naval llevara su nombre. Así mismo el momento que se plasma, la Comunión a los apestados de Milán, responde a la liberación de esta epidemia en la ciudad precisamente por la intercesión de La Inmaculada Concepción.

La elección de San Fernando se fundamenta en ser el patrón de Fernando VII, en ese momento Príncipe de Asturias, y de la Monarquía Hispana. Otro motivo es que la ciudad de Sevilla fue conquistada por el Santo rey de Castilla con la ayuda de Nuestra Señora.

SAN FERNANDO III

En este gran óleo podemos ver representado a San Fernando III recibiendo las llaves de la ciudad de Sevilla de manos del gobernador y cadí Axataf, en su campamento en las afueras de la ciudad, tras su conquista en 1248.

El santo rey está de pie, vestido con armadura, manto y corona. Tienen la mirada perdida como ungido por la fe, rodeado de soldados y estandartes, Los musulmanes aparecen de hinojo portando las llaves en una bandeja. Al fondo del cuadro se divisa una de las puertas de Sevilla por la que discurre una procesión portando a la Virgen María rodeada de muchedumbre.

Sobre toda la escena aparece una figura que representa la Fe como una mujer con manto blanco que sostiene una cruz con la mano izquierda y con la derecha bendice al ejército conquistador. Está acompañada de varios ángeles.

INMACULADA CONCEPCIÓN

Este lienzo de grandes dimensiones de la Inmaculada Concepción está situado en el testero de la nave central, presidiendo el templo.

Nos presenta a la Virgen como el centro de la composición, sobre nubes y la luna bajo los pies. Dirige su mirada al Padre en oración. Tanto la Virgen como el Padre Celestial están rodeados por una orla de angelotes. En la zona inferior izquierdo del lienzo está la figura del arcángel San Miguel que lucha con la espada contra el dragón. En el lado opuesto un grupo de ángeles portan atributos marianos.

El lienzo se protege con marco de cedro tallado que tenía un penacho que perdió tras la reforma de 1966.

SAN CARLOS BORROMEO

Este lienzo monumental, situado frente al de San Fernando, a cada lado del crucero. Son de menor tamaño que el de La Inmaculada pero los dos con medidas similares 380 x 220 cm.

Representa el hecho heroico de San Carlos, cardenal arzobispo de Milán desde 1564, cuando una terrible epidemia de peste asoló la ciudad y él fue el refugio de los enfermos. Gracias a la intercesión de La Inmaculada se erradicó la enfermedad. San Carlos Borromeo fue canonizado en 1610 por Paulo V-

En la obra, San Carlos ocupa el espacio central, con sotana cardenalicia y humeral blanco que sostiene la custodia, yendo bajo palio en honor del Santísimo, ofreciendo con unción la Sagrada Forma a los enfermos milaneses.

En el ángulo izquierdo un apestado yace auxiliado por un sacerdote. En el ángulo derecho dos acólitos inclinados ante el Santísimo, uno lleva campanilla y cirio encendido y el otro hisopo para rociar con agua bendita. Están rodeados de una gran multitud. En la parte superior muestra la parte celestial con los ángeles y querubines orando y revoloteando.

INMACULADA CONCEPCIÓN

En la Parroquia existen varios cuadros de La Inmaculada Concepción situados por distintas dependencias.

INMACULADA CONCEPCIÓN

Este óleo sobre lienzo de 161 x 102, contiene la firma del autor ilegible en la esquina inferior derecha. Se atribuye a la escuela sevillana del s. XVIII.

Se define como una obra rígida en su composición. Representa a la Virgen con mirada baja llena de humildad, con las manos juntas en oración y la rodilla derecha ligeramente doblada. Túnica blanca y manto azul hasta los pies donde asoman tres querubines.

Este cuadro se encuentra en la Sacristía desde hace muchos años.

INMACULADA CONCEPCIÓN de Sánchez Márquez

Óleo pintado a finales del s. XIX, donado a la Parroquia en 1983 por Ana Castañeda Sánchez, nieta del autor José Sánchez Márquez, natural de San Fernando y profesor de dibujo del Colegio Naval Militar entre 1844 y 1869 y considerado el mejor pintor artístico isleño del s. XIX.

Este óleo sobre lienzo de 243 x 161 cm. representa la Inmaculada Concepción, inspirada en la estética barroca de Murillo. A la que más se asemeja es a la Inmaculada Concepción de Murillo del Escorial, actualmente en el Museo del Prado.

La Virgen es representada en posición ascendente, con las manos en el corazón en actitud de adoración y la mirada lánguida, escorada a la derecha, peinada con raya en medio y abundante melena al viento que ondea igual que su manto azul y los pliegues de su túnica blanca. Bajo peana cuatro ángeles con símbolos concepcionistas (rosa, lirio y palma) la suspenden para que sus pies no toquen la tierra. La luna en cuarto creciente, rodeada de un halo de luz y a ambos lados de la cabeza dos triadas de serafines.

Este cuadro estuvo mucho tiempo en el Salón Parroquial. Tras su restauración en 2009 por Eduardo Martínez Y Antonio J. Sánchez está expuesto a la veneración en la Capilla Bautismal.

Otro cuadro de la Inmaculada lo contemplamos en el Salón Parroquial. Este óleo sobre lienzo, de autor anónimo, sigue las influencias de Murillo. Representa la iconografía a la Virgen joven, con melena suelta, vestida de blanco y azul. Dirige la mirada al cielo y se eleva sobre una nube rodeada de querubines. Enmarca toda la figura un fondo de luz resplandeciente.


DOLOROSA

De los más modernos en la Parroquia. Es un óleo sobre lienzo donado por la familia Suances. Representa una copia de la Mater Dolorosa de Murillo. La Virgen, de medio cuerpo, en actitud orante con las manos entrelazadas y llorosa. Luce túnica roja, manto azul y velo blanco. El fondo oscuro destaca el rostro de la Dolorosa.

Se encuentra en el Salón Parroquial.

VIRGEN DEL CARMEN CON LAS BENDITAS ÁNIMAS

Es un lámina adquirida en 2011 para ser tratada como óleo no tienen valor artístico pero si devocional. Se contempla a la Virgen del Carmen mostrando el Santo Escapulario a las ánimas que sufren en el Purgatorio.


PINTURAS DE SANTOS


Apostolado

APOSTOLADO

La parroquia posee un interesante apostolado del pintor romántico Francisco de la Vega Muñoz, al que se le encargaría esta colección sobre 1860 para ser expuestos originariamente en el Panteón de Marinos Ilustres. No se sabe exactamente la fecha de su traslado a la iglesia de San Francisco, pero lo cierto es que estuvieron un tiempo abandonados hasta que se recuperaron y se colocaron en su ubicación actual. En ese trascurso de tiempo, de los doce cuadros, solo se encontraron diez, faltando Santiago el Mayor y Tomás el Mellizo. Se colocaron en la entrada del templo, bajo el coro alto, distribuidos a ambos lados de cada lateral.

Pero a comienzos de este año, y sin previo aviso, se presentó en la parroquia un señor que portaba una caja, en su interior se hallaba el cuadro del apóstol Santiago el Mayor. La persona que lo tuvo en su poder todo este tiempo, no se sabe con que finalidad, no quería revelar su identidad, solo quería que fuera devuelto y colocado donde siempre debió de estar. Por lo que a día de hoy solo falta el apóstol Tomás.

Los lienzos están enmarcados en óvalos dorados de 60 x 50. Cada apóstol está representado de medio cuerpo portando un atributo característico: San Pedro, las llaves; San Andrés, la cruz aspada; San Juan, un cáliz con una serpiente alada; San Mateo, el libro del Evangelio; San Felipe, báculo rematado en cruz; San Bartolomé, lanza; Santiago el Menor, bastón de peregrino; San Simón, Sierra; San Judas Tadeo, libro y hacha; San Matías igual, libro y hacha; Santiago el Mayor, libro y bastón de peregrino.

EL MILAGRO DE LA PORCIÚNCULA

Uno de los mejores cuadros de la Parroquia. Autor anónimo del s. XVII. Es un óleo sobre lienzo de 165 x 125 cm. Representa la escena conocida como "el milagro de las rosas", que cuenta que San Francisco de Asís repara con sus propias manos la Capilla de Santa María de los Ángeles, luego llamada Porciúncula. Cuando estaba allí orando sufrió la tentación del diablo y para huir de ella se arroja a un zarzal que milagrosamente se convirtió en un rosal. Luego cuando volvió a la capilla a rezar se le aparecieron Cristo y La Virgen que le anunciaron privilegios para la capilla. Entonces San Francisco recoge doce rosas blancas y doce rojas y las lleva al papa y obtuvo lo prometido en su visión: indulgencia plenaria para todo el que rece en la Ponciúncula el día de la liberación de San Pedro.

SAN RAFAEL ARCÁNGEL

Este óleo sobre lienzo firmado por E. Espinosa en 1887, representa al joven arcángel con melena rizada, túnica blanca y manto azul. En la mano izquierda el tiene el anzuelo del pez que mandó pescar a Tobías y en la derecha la cartela con el escudo de Córdoba ovalado . Al fondo se divisa Córdoba con el río, el puente...

Este cuadro esta basado en la historia que cuenta que el Arcángel San Rafael es Custodio de Córdoba desde que la epidemia de peste asoló la ciudad en la Edad Media. El Arcángel se le apareció al Padre Roelas, revelando quien era y que él salvaría a la ciudad. Al poco tiempo dejaron de morir personas en Córdoba por causa de esta enfermedad.

Este cuadro, registrado en el inventario de 1960 se encuentra al pie de la escalera que da acceso a la zona alta de la Parroquia.


SAN CRISTOBAL

Fue un mártir de la persecución contra los cristianos. Cuenta la tradición que se le apareció Cristo y él le ayudó a cruzar un río transportándolo sobre sus hombros, de ahí su nombre (Christophoros, el que lleva a Cristo). Por este motivo se le considera patrón de viajeros y transportistas y también de marineros, quizás por ello se encuentre presente en nuestra Parroquia. Es un lienzo de grandes dimensiones que representa al Santo cruzando un río y sobre sus hombros lleva al Niño Jesús. Se desconoce su autor, del s. XVII-XVIII. Este cuadro está en dependencias interiores de la Parroquia.

EVANGELISTAS

Se encuentran presentes en cada una de las pechinas de la cúpula del crucero. Se trata de cuatro óleos sobre lienzo en óvalos, cada uno de 120 x 80 cm. De autor anónimo, se atribuye a la escuela sevillana del s. XVIII. Se representan según la iconografía cristiana tradicional llamado tetramorfos: San Mateo, representado de frente como un anciano de pelo blanco porta espada y libro y a su lado a la izquierda el icono del hombre (o el ángel). San Marcos, de perfil con túnica y manto blanco con un gran libro, representado por el león en la parte inferior. San Lucas, mirando hacia abajo, porta un libro abierto, va acompañado del toro en el ángulo inferior izquierdo y San Juan, representado como un hombre joven, porta un báculo y libro cerrado, a su izquierda media águila negra, como símbolo de la altura espiritual de su Evangelio.

San Mateo, representado por el hombre

San Marcos, representado por el león

San Lucas, representado por el toro

San Juan, representado por el águila

SAN FELIX DE CANTALICIO ACUNANDO AL NIÑO

Fue un fraile italiano de la Orden de los Capuchinos. Paso su vida haciendo los trabajos más humildes de la comunidad. Fue canonizado en 1712. Este óleo sobre lienzo se trata de una copia del original pintado por Murillo (1665-69) que se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. Nada se sabe de su autor y si fue donado a la Parroquia. Aparece el Santo como un hombre mayor acunando al Niño Jesús y a su lado alforjas de pan con las que iba dando de comer a los necesitados. Este cuadro está en dependencias interiores de la Parroquia.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA A SAN FÉLIX DE CANTALICIO

Esta otra representación del Santo capuchino también es una copia del original de Murillo y que se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. Este óleo de 125 x 94 cm. representa al anciano Santo arrodillado, mirando extasiado a la Virgen María que le entrega para su veneración al Niño Jesús. A sus pies las hogazas de pan con las que iba dando de comer a los necesitados.

Parece ser que es posterior al inventario de 1960.

Este lienzo puede contemplarse a los pies de la nave del Evangelio, junto al altar de la Virgen de la Caridad.


SANTA TERESA DE JESÚS

En el año 2015 y coincidiendo con el 500 Aniversario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, se bendice por el Arzobispo Castrense de España, Don Juan del Río, una pintura al óleo con la imagen de la Santa, elaborada por el artista isleño David Pardal Lorite para celebrar el año jubilar y que sirvió a los feligreses para obtener el jubileo concedido a las parroquias castrenses en el citado año. El lienzo está expuesto en la nave del Evangelio frente a la capilla de Santa Elena.